27 de junio de 2009
23 de junio de 2009
DEFINICIÓN
Los trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) vienen definidos por la presencia de tres síntomas fundamentales:
1.Disminución de la atención.
2. Impulsividad.
3. Hiperactividad.
En realidad es mucho más que un trastorno. Es un síndrome de dimensiones enormes, que alcanza una gran cantidad de facetas y se debería denominar “Síndrome de Déficit de Atención e Hiperactividad (SDAHA) con mucha más propiedad que TDAH. En los últimos años van cobrando importancia creciente una serie de trastornos comórbidos, expuestos más adelante, cuya presencia o no va a jugar un papel mucho más decisivo sobre el tratamiento y consecuencias pronósticas para los individuos que los tres signos fundamentales.
Aunque el cuadro se conoce desde siempre a lo largo de la historia de la humanidad, las bases científicas del conocimiento de sus peculiaridades clínicas se establecieron a principios del siglo XX. Antes de llegar a la denominación actual de “síndrome de déficit de atención e hiperactividad”, casi unánimemente aceptado, recibió diversos nombres científicos tales como “daño cerebral mínimo” y “disfunción cerebral mínima”.No obstante a nivel del lenguaje de la calle, las personas que padecían el cuadro eran conocidos como “veletas”, “cabezas ligeras” , “ovejas descarriadas” "cabezas locas” y denominaciones similares.
17 de junio de 2009
Diagnóstico y Tratamiento

DIAGNÓSTICO
En muchos casos puede diagnosticarse el síndrome
en menos de dos minutos, solamente
con dejar al niño que se mueva “a sus anchas”
por el recinto de la consulta y a veces incluso
antes, ya que el que diagnostica nos anuncia la inminente
entrada de un niño con éste cuadro
por la forma en que se ha comportado en la
sala de espera. Ello ocurre fundamentalmente
en los hiperactivos. Cuando existe predominio
de déficit de atención, el trastorno
vendrá referido por la historia clínica y por el
“oficio” del médico para detectarlo. Sin embargo,
la Asociación Americana de Psiquiatría
(1994) establecía unos criterios diagnósticos.
TRATAMIENTO
El tratamiento de los niños y jóvenes con
TDAH conlleva:
a) Una información adecuada
a los padres de lo que es éste síndrome,
intentando tranquilizar, relajar y motivar al
fármaentorno de los pacientes para facilitar el sacarlos
adelante.
b) Hacer llegar a los padres y
a los profesores el conocimiento de que ni los
unos ni los otros son culpables de nada.
c) Éste síndrome persiste
siempre, pero que ello no es óbice para que la
inmensa mayoría de los sujetos que lo presentan
sean personas normales.
d) Las mejores medicinas para ellos son la paciencia, la
comprensión, la ayuda y la firmeza de criterio,
pero sin renunciar al chantaje (ellos lo
hacen por sistema y no queda más remedio
En muchos casos puede diagnosticarse el síndrome
en menos de dos minutos, solamente
con dejar al niño que se mueva “a sus anchas”
por el recinto de la consulta y a veces incluso
antes, ya que el que diagnostica nos anuncia la inminente
entrada de un niño con éste cuadro
por la forma en que se ha comportado en la
sala de espera. Ello ocurre fundamentalmente
en los hiperactivos. Cuando existe predominio
de déficit de atención, el trastorno
vendrá referido por la historia clínica y por el
“oficio” del médico para detectarlo. Sin embargo,
la Asociación Americana de Psiquiatría
(1994) establecía unos criterios diagnósticos.
TRATAMIENTO
El tratamiento de los niños y jóvenes con
TDAH conlleva:
a) Una información adecuada
a los padres de lo que es éste síndrome,
intentando tranquilizar, relajar y motivar al
fármaentorno de los pacientes para facilitar el sacarlos
adelante.
b) Hacer llegar a los padres y
a los profesores el conocimiento de que ni los
unos ni los otros son culpables de nada.
c) Éste síndrome persiste
siempre, pero que ello no es óbice para que la
inmensa mayoría de los sujetos que lo presentan
sean personas normales.
d) Las mejores medicinas para ellos son la paciencia, la
comprensión, la ayuda y la firmeza de criterio,
pero sin renunciar al chantaje (ellos lo
hacen por sistema y no queda más remedio
que responderles con la misma moneda).
e) No mostrar debilidad con ellos nunca (admiran
y obedecen al fuerte), pero sin utilizar la
fuerza física, excepto si hay que defenderse.
f) Intentar motivarlos para realizar actividades
físicas preferible deportes de equipo y contacto
con otros niños.
g) Medicarlos con fármacos que puedan
ayudarles a estar más tranquilos,
más clarividentes y menos obsesivos.
h) No debe desdeñarse cualquier apoyo de
tipo psicológico – muchas veces más necesario
para las madres que para los propios pacientes
– ya que, aunque no tan efectivo
como los fármacos específicos, también ayuda
en algunos casos.
Prevalencia y EtiologÍa de la hiperactividad
PREVALENCIA
El TDAH ha sido considerado como un cuadro
que predominaba ampliamente en los varones
respecto a las mujeres, pero ésta teoría
va perdiendo fuerza a medida que pasa el
tiempo y actualmente se estima que su prevalencia
es muy similar en ambos sexos, si bien
parece que en los varones puede predominar
la hiperactividad y en las mujeres el déficit de
atención. Asi mismo se consideraba tradicionalmente
que éste trastorno era exclusivo de
la infancia y adolescencia. La realidad no es
esa. El cuadro persiste en la edad adulta y sus
manifestaciones más graves para la familia y
la sociedad, y las dificultades para controlarlas
suelen ocurrir a esta edad.
La importancia alcanzada por este síndrome a
nivel familiar, social y sanitario está fuera de
duda. El hecho de haberlo considerado hasta
ahora como una “patología menor”, con el
erróneo argumento emitido por muchos (con
escasos conocimientos sobre la repercusión
de este síndrome) de que está “sobredimensionado”
ha llevado acarreado, si no un desinterés
total por su estudio, al menos un interés
inferior al de su auténtica importancia.
Hoy constituye, junto con la alergia, la patología
más frecuente en el niño, y, junto con
otros trastornos psiquiátricos de identificación
mejor definida, una de las patologías de
mayor prevalencia y un desafío para el futuro
en la investigación psiquiátrica y neurológica
en los adultos.
ETIOLOGÍA
No hay duda de que el TDAH es un cuadro
orgánico, con origen en deficiencias anatómico-
biológicas que afectan preferentemente
a ciertas estructuras cerebrales y que no es patrimonio
exclusivo de los humanos. En seres
el reino animal superior (caballos, toros, perros,
gatos, monos, etc.) pueden observarse
comportamientos similares. La etiología puede
ser tanto genética como adquirida, pero en
ambas circunstancias con la misma base bioquímica
como origen del trastorno. La mayoría
de los casos son hereditarios por vía autosómica
dominante por parte de ambos
progenitores de manera similar. Además de
los casos hereditarios, están los de origen adquirido.
En estos últimos años se está observando
un importante aumento de este grupo
debido fundamentalmente al gran número de
niños prematuros y de peso muy bajo, a veces
provenientes de partos múltiples, que salen
adelante gracias a los sofisticados cuidados
intensivos neonatales, predominando en sus
secuelas la inquietud, la falta de atención y la
impulsividad. En los niños adoptados la etiología
puede ser combinada – constitucional o
genética y adquirida – y, además, contar con
la probabilidad de heredar mucha patología
comórbida (violencia, conflictividad personal,
tendencia al consumo de alcohol y drogas,
etc.). Hay patologías de otra naturaleza
en las que hay un porcentaje alto de
personas que, además de la sintomatología
propia de ellas, también presentan TDAH
(ej: neurofibromatosis tipo 1, X-frágil, etc).
que predominaba ampliamente en los varones
respecto a las mujeres, pero ésta teoría
va perdiendo fuerza a medida que pasa el
tiempo y actualmente se estima que su prevalencia
es muy similar en ambos sexos, si bien
parece que en los varones puede predominar
la hiperactividad y en las mujeres el déficit de
atención. Asi mismo se consideraba tradicionalmente
que éste trastorno era exclusivo de
la infancia y adolescencia. La realidad no es
esa. El cuadro persiste en la edad adulta y sus
manifestaciones más graves para la familia y
la sociedad, y las dificultades para controlarlas
suelen ocurrir a esta edad.
La importancia alcanzada por este síndrome a
nivel familiar, social y sanitario está fuera de
duda. El hecho de haberlo considerado hasta
ahora como una “patología menor”, con el
erróneo argumento emitido por muchos (con
escasos conocimientos sobre la repercusión
de este síndrome) de que está “sobredimensionado”
ha llevado acarreado, si no un desinterés
total por su estudio, al menos un interés
inferior al de su auténtica importancia.
Hoy constituye, junto con la alergia, la patología
más frecuente en el niño, y, junto con
otros trastornos psiquiátricos de identificación
mejor definida, una de las patologías de
mayor prevalencia y un desafío para el futuro
en la investigación psiquiátrica y neurológica
en los adultos.
ETIOLOGÍA
No hay duda de que el TDAH es un cuadro
orgánico, con origen en deficiencias anatómico-
biológicas que afectan preferentemente
a ciertas estructuras cerebrales y que no es patrimonio
exclusivo de los humanos. En seres
el reino animal superior (caballos, toros, perros,
gatos, monos, etc.) pueden observarse
comportamientos similares. La etiología puede
ser tanto genética como adquirida, pero en
ambas circunstancias con la misma base bioquímica
como origen del trastorno. La mayoría
de los casos son hereditarios por vía autosómica
dominante por parte de ambos
progenitores de manera similar. Además de
los casos hereditarios, están los de origen adquirido.
En estos últimos años se está observando
un importante aumento de este grupo
debido fundamentalmente al gran número de
niños prematuros y de peso muy bajo, a veces
provenientes de partos múltiples, que salen
adelante gracias a los sofisticados cuidados
intensivos neonatales, predominando en sus
secuelas la inquietud, la falta de atención y la
impulsividad. En los niños adoptados la etiología
puede ser combinada – constitucional o
genética y adquirida – y, además, contar con
la probabilidad de heredar mucha patología
comórbida (violencia, conflictividad personal,
tendencia al consumo de alcohol y drogas,
etc.). Hay patologías de otra naturaleza
en las que hay un porcentaje alto de
personas que, además de la sintomatología
propia de ellas, también presentan TDAH
(ej: neurofibromatosis tipo 1, X-frágil, etc).
10 de junio de 2009
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)






